En un tuit, el expresidente Alan García responsabiliza a caviares y antiapristas de crear una leyenda negra contra él. Bajo esa premisa, es preciso decir que la leyenda negra tiene más de 20 años de antigüedad.
Desde 1986, durante su primer gobierno, una investigación a cargo de la fiscal supremo Nelly Calderón, reveló un caso de colusión ilegal al descubrir que García interfirió, presionó y consiguió que la empresa italiana ITALFERR sea la consultora exclusiva del Tren Eléctrico.
Tres años después, el presidente de la empresa ganadora de la licitación del tren eléctrico, Consorcio TRALIMA, confesó el pago de US$ 200 mil entregados en privado y dos remesas de US$ , 300 mil a una cuenta de Barclays Bank del paraíso fiscal del Gran Caimán.
Ese mismo año, en 1989, se reveló un caso de enriquecimiento ilícito donde se encontró el monto de casi US$ 2 millones en una cuenta cifrada del Barclays Bank. Es inédito que con el sueldo como presidente que en ese entonces recibía haya acumulado tal monto en un banco del paraíso fiscal de las Islas Caimán.
Eso solo en su primer gobierno. Según el expresidente de la comisión investigadora Lava Jato, Juan Pari, García debería responder por varias irregularidades en el desarrollo del megaproyecto de Olmos durante su segundo periodo.
Pari señala que algunos de los hechos por los que García debe responder son por los US$70 millones desaparecidos en un préstamo del Banco de Desarrollo de América Latina y el costo final de US$580 millones por una obra que inició con un presupuesto de US$185 millones.
Esto es apenas el comienzo de lo que el exmandatario denomina la leyenda negra en su contra. En una próxima entrega, seguiremos recopilando los hechos que García no quiere que recuerdes.